lunes, 11 de marzo de 2013

Mi tiempo....

Supongo que es una entrada que no sera vista, pero he de escribirla para poder sentirme mas liviana por dentro, ya que el peso es demasiado.

Uno se ha enamorado, muchas veces. Quizás hayan sido solo ilusiones o la búsqueda interminable de compañía que luego uno termina lamentando. Si me preguntan, uno puede caer fácilmente entre las palabras y los gestos de otra persona, tanto que termina creyendo que son verdad, que son únicos, que son propios. Pero, y siempre los peros no sobran, la desilusión y la pena que se aproximan uno no las reconoce hasta que  le dan el puñetazo limpio en el estómago y cae desde las alturas mas inimaginables de la mente. No solo una, ni dos, ni tres. Se repite este suicidio emocional tantas veces, que ya no es posible distinguir el dolor y la fantasía. 

Yo amé una vez, y fue un amor no convencional. Dirán que son tonterías, que enamorarse de esa manera no es amor, es solo el no querer sentirse solo. Supongamos que si fue amor, para no enredarnos con tanta explicación. Fue un amor de niñerías, uno que empieza con la típica conversación sobre vanalidades, preguntar sobre la vida del otro, quedar un día y hora para seguir conversando, ya sea sobre intereses en común o solo porque es agradable conversar con aquella persona, y luego ya se vuelve mas íntimo, mas tierno. Son solo palabras e imágenes, no hay un roce de sus manos, no hay un beso en sus mejillas, solo las miradas, solo las voces que se entrecortan en la distancia. Se dijeron muchas verdades, se mostraron muchos sentimientos, se descubrieron una a una las mentiras. El silencio invadió las horas, las esperas. Luego, se escuchaba nuevamente aquella voz, y se intercambiaban melodías, se juraban las promesas incumplidas y se imaginaba con lo impensable. Las noches y los silencios crecían, y la espera se tornaba en desespera. Los sentimientos se transforman, mas no se destruyen. Y quedó en silencio, y se reveló la verdad. 

No hay palabras para describir mis sentimientos aquel día, ni para describir el desengaño tan abrumante que cayó en mi corazón. 

Él, fue como un alivio y una esperanza en medio de tanto desconsuelo. Pero solo un alivio pasajero, una treta que jugó con los hilos de la alegría y las desconfianzas del amor.

Yo amé una vez, y creí que sería el amor mas bonito. Y fue bonito, recuerdo que me gustaba mucho conversar con él, me divertía. Luego de los encuentros fallidos, y las pocas y casi ninguna llamada recibida, pues aun así me parecía bonito. No me importaba puesto que recibía respuesta. Un cumpleaños bonito, unas semanas bonitas. Y yo lo sabía, sabía que había algo más. Dicen que no hubo roces, pero las palabras duelen tanto como un golpe. Encontré cada palabra que no era para mí, cada "cita" acordada no conmigo, y aún así guarde silencio. Y calle. 

El silencio continuo horas, noches, días. Creyendo yo que era mi aburrimiento, que era mi culpa. Escuchaba melodías que no eran para mí. Leía palabras que hablaban de mi pero no me divertían. Las burlas, el hecho de "me da pena dejarla". Esas palabras contra mí que me herían una y otra vez, supuestamente no tenían que ser conocidas. Pero las encontré, y las negaron. Y cuando deje el silencio, cuando a mi mente recurrieron la desdicha y la desgracia, y susurraron a mi oído "habla!", hablé. Y las palabras que salieron de mi boca ya no eran con lágrimas, ya no eran de miedo. Pasó un segundo, y no se si fue un segundo o varios minutos. Me encontré que llovía, y yo alejándome, y sentía la lluvia en mi rostro. Y no entendía. 

No era lluvia.

Por qué volviste?

Ya no era el bonito amor que yo sentía, era un amor con miedo, era un amor dañino. Y yo lo quería, quería ese amor. Yo lo mantuve. No era el mismo amor bonito. Me forcé a la idea de que acabaría pronto, pero no fue así. Y no quise que fuera así. Forcé la idea de que era un amor bonito, y no fue así. Y se acabaron los silencios. Pero aquel ruido no era melodía. Eran esos desgarradores ruidos que ensordecen la razón, que extinguen las caricias, que lamentan su dolor. Y yo mantuve ese amor que no era bonito, y yo sentí ese amor que nos acabo.

Ahora que me he alejado.

Yo ya no quería mas heridas, yo ya no quería indiferencia. El solo hecho de guardar silencio, porque para uno no es fácil decir lo que se quiere.

Yo usó otro tipo de tiempo, en mí el tiempo no corre como en ti. Mi tiempo va despacio, va callado. Si tu apresuras el tiempo, este no te hará caso y caminará mas lento. 

Este ya no es mi tiempo, este tiempo ya tiene otro dueño, y debo de entregarlo, no me es posible recuperarlo.

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